18 de enero de 2010

Por fin he encontrado un remedio infalible que borre del todo la culpa.
No pienso quedarme a tu lado mirando la tele y oyendo disculpas.
Me voy con mis piernas y mi juventud por ahí, aunque te maten los celos.
Una loba en el armario, tiene ganas de salir. Deja que se coma el barrio antes de irte a dormir. Yo se lo que quiero, pasarla muy bien y portarme muy mal en los brazos de algún caballero.

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