1 de noviembre de 2009

A ti te estoy hablando a ti, a ti el que no escucha.
A ti que con lo que te sobra me darías la luz para encender los días.
A ti que juegas a ganarme cuando sabes bien que lo he perdido todo.
A ti te estoy hablando a ti aunque te importe poco lo que estoy diciendo.
A ti te estoy hablando a ti aunque es perder el tiempo.
A ti que te paso tan lejos el rigor del llanto y la melancolía.
A ti te estoy hablando a ti aunque te valga madre lo que estoy diciendo.
A ti que te falto el valor para pelear por mi.
A ti ya no te queda nada.
A ti que por despecho estas pensando con los pies.
A ti que me dejaste sola incluso cuando estabas en mi compañía.
A ti te estoy hablando a ti tan sordo y resignado.
A ti que duermes con tu orgullo y te dejas tocar con tu rencor barato.
A ti que te gusta ir de mártir repartiendo culpas que son solo tuyas.
A ti te estoy hablando a ti porque no hay nadie más que entienda lo que digo.
A ti ya no te queda nada, y a mi me queda por lo menos, este síndrome incurable de quererte tanto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario