4 de agosto de 2009

Y no podría haber empezado mejor, eras justo lo qué necesitaba en ese invierno y ahí estabas, con esa personalidad que hacia que lo mas insignificante, realmente sea algo importante con lugar y forma, que el paso de los días, no sean días, si no minutos, y toda esa alegría fuera de contexto.Pero siempre las cosas toman otras miradas y puntos de vistas, y vos viste el tuyo y yo el mío, y por primera vez, no coincidimos. Y las cosas insignificantes eran insignificantes y lo importante era importante. Y me querías, como una mañana de navidad y yo a vos como se quiere a las cosas que no tienen fin.Y eso fue lo que nos destruyo y no comprendimos, fuimos engañados de pensar que éramos capases de tener una sola alma y mente. Y ahora todo cierra perfectamente que después de tanto, las cosas se dieran así, y que el asesino en mi, sea el asesino en vos y cuando te preguntes ¿qué nos pasa? y yo, sin decirte nada, me valla.Y llorando y al igual que a todos, hoy te deje ir.

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