Yo era un hombre bueno, si hay alguien bueno en éste lugar. Pagué todas mis deudas, pagué mi oportunidad de amar. Sin embargo, estoy tirado, y nadie se acuerda de mí, paso a través de la gente como el fantasma de Canterville.
Me han ofendido mucho y nadie dio una explicación. Si pudiera matarlos, lo haría sin ningún temor. Pero siempre fui un tonto que creyó en la legalidad y ahora que estoy afuera, yo sé lo que es la libertad.
Ahora que puedo amarte, yo voy a amarte de verdad, mientras me quede aire, calor nunca te va a faltar y jamás volveré a fijarme en la cara de los demás. Esa careta idiota que tira y tira para atrás. He muerto muchas veces acribillado en la ciudad,
pero es mejor ser muerto que un número que viene y va.
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