17 de octubre de 2009


Te consegui la luz del sol a medianoche y el numero después del infinito. Instale la osa mayor en tu diadema y tu seguias ahi como si nada. Endulce el agua de mar para tu sed, te alquile el cuarto menguante de la luna y como buen perdedor busque en la cama las cosas que el amor no resolvia.
Acabe con los jardines por tus flores, inventé la alquimia contra la utopía y he llegado a confundir con la ternura la lástima con que a veces me miras.
Que triste es asumir el sufrimiento, patético es creer que una mentira convoque a los duendes del milagro y te hagan despertar enamorado.
Y como duele que estés tan lejos, durmiendo aquí en la misma cama. Como duele tanta distancia. Aunque te escucho respirar estas a cientos de kilómetros. Y duele quererte tanto, fingir que todo esta perfecto, mientras duele gastar la vida tratando de localizar lo que hace tiempo se perdió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario